2 Comments

  1. Me gusta mucho lo que dices acerca de cultivar una amistad INTENCIONALMENTE. Siempre hay cosas urgentes que nos distraen de lo profundo y lo importante… yo pienso que Dios va poniéndonos en el camino justo a los ángeles que necesitamos en determinados momentos en forma de amigos, pero es nuestra tarea hacer que esos amigos se queden, que la amistad crezca, y para eso hay que permitirnos ser vulnerables, mostrarnos tal cual somos, admitir que estamos aprendiendo y enseñando al mismo tiempo… y dejarnos bendecir de esta cosecha mutua. La amistad (creo) es como una hortaliza: hay algunas plantas que te darán fruto con pocos cuidados, mientras que hay otras a las que estar pendientes a cada momento, pero al final, lo que siembres (y cuides!) cosecharás… o no. Gracias Cely, por haber marcado mi vida y seguirla marcando.

    1. Marce, tú fuiste una de las personas que me enseñó precisamente lo que dijiste aquí. El permitirnos ser vulnerables y el admitir que no somos perfectos. Lo linda de una amistad es que al igual, ¡tu has marcado y sigues marcando mi vida! ¡Gracias por tu comentario!

Comments are closed.