¿Mamacita o Mamaíta?
*Para mis lectores: En Guatemala, donde crecí, decimos “Mamacita” significando una mujer guapísima y deseable. Decimos “mamaíta” cuando nos referimos a nuestra mamá, a veces con un tono de regaño cariñoso. Igualmente “Papacito” y “papaíto”.
¡Hola, Prima! Mmmmmm. ¡Qué rico huele el café! ¡Y gracias por tener shecas y pan dulce! Me encanta nuestro cafecito semanal ya que podemos platicar de cosas importantes.
¿Sabes? Cuando Dios instituyó el matrimonio, una de las primeras cosas mencionadas es que el hombre iba a dejar a sus papás (relación primaria) para unirse a su esposa (nueva relación primaria). Y es AHÍ donde comienza una nueva familia; en la boda!
Mientras que debemos honrar a nuestros padres, nuestra relación con ellos cambia el momento en que nos casamos.
Para el esposo la hora ha llegado para amar y dirigir a su familia, comenzando con su esposa por supuesto. Ahora él junto con su *Mamacita (no su mamaíta) toma las decisiones de visión y dirección para su familia. Si la madre (o el padre) del esposo sigue teniendo una voz primaria en la nueva familia de su hijo, van a haber problemas enormes.
Para la esposa es hora de adaptarse a su Papacito (no a su papaíto). Comienza la etapa de conocer mejor a su esposo, la visión que Dios le ha dado para su trabajo y el futuro de su familia. Sabes que debemos pensar mínimo en 3 generaciones? Cuando los Israelitas se referían a Dios, le llamaban “El Dios de Abraham, Isaac y Jacob” y dijo que un buen hombre le deja herencia a los hijos de sus hijos. Dios piensa multigeneracionalmente. Podemos hablar más de esto después.
Muchos piensan que lo que vieron en el matrimonio de sus padres es lo que va a suceder en el suyo. “Mi Mamá nunca interfirió con la administración del dinero de la familia, entonces, para ser buena esposa yo tengo que hacer lo mismo.” Eh… no. Aunque aprendemos los principios fundamentales de la vida en general en el hogar donde crecimos, tenemos que aprender a usar lo bueno y dejar lo no-tan-bueno atrás! Una vez más, la Biblia es nuestro estándar. Si algo no se alínea, no lo hagamos en nuestra familia.
Cuando mantenemos este delineamiento claro, eliminamos posibles contiendas con nuestra familia extendida al criar a nuestros hijos. ¡Nuestra prioridad ahora es nuestro Papacito y lo que hemos decidido juntos! Hablando de mi Papacito,¿ya viste la foto de mi boda?
Buenos dias! Delicioso el cafecito….es más por la compañía.
En nuestros países latinoamericanos es muy común que las personas mayores que uno se metan y den su opinión o su sugerencia sin que alguien la halla pedido….una nota para las cariñosas Tias, Primas, Amigas, Abuelitas y Suegras…es evidente que le tenemos cariño a las jóvenes madres, y que cuando les decimos los consejos o nuestro punto de vista es con el único propósito de ayudarlas. PERO debemos meditar antes de abrir la boca y considerar que cada familia es única, cada mama es única y cada bebe es único. Cada situación es única…nunca debemos generalizar. Seguir este consejo me ayudó a mi a mantener una mejor relación con mis hijas, mi familia y mis amigas.
SA
Mami (Susana), tiene razón! Creo que como mujeres en general somos rápidas para dar consejos. Esto también sucede entre amigas, mujeres jóvenes que no hemos pasado por lo ustedes las abuelitas han pasado, etc. Aquí va mi momento colorado: yo he dado consejos que nadie me estaba pidiendo, y he perdido buenas amistades por ello. Nos pega la comparacionitis y sin mantener en mente la humildad, nos da el síndrome de “mi hijo es mejor xyz que el tuyo”. Si en realidad queremos ayudar, observemos un tiempo primero y permitamos que la gente nos pida el consejo. Para mientras, ¡estoy segura que hay algo que podemos alabar, animar e inspirar en las otras Mamacitas!