3 Comments

  1. ¿Saben? A todos nos hace falta oir nuestras propias historias. Todos tenemos distintos caminos, y muchas veces, la imagen de “lo que debería ser” una familia “de fotografía” hace mucho daño. Hay un cuento muy lindo llamado “Mamá, ¿porqué nadie es como nosotros?” en donde se habla justamente de cómo cada famila, ¡cada familia! es diferente: “yo vivo con papá, pero Julia vive con sus abuelos, los papás de Carlos están separados pero los de Ana viven en ciudades diferentes aunque se quieren, Andrés tiene 7 hermanos, Luis no tiene ninguno, y Juan tiene un hermano y tres medios hermanos… ¿porqué nadie es como nosotros?”… En realidad, todas las familias (creo yo) están formadas en el corazón de Dios. La culpa y el miedo nos hacen pensar que hay algo de alguna forma “malo” en la forma en la que llegamos a nuestra familia. Y esto causa mucho sufrimiento a todos alrededor… sobre todo cuando todos parecen tener esa “familia de fotografía” y tú no! por eso creo que es tan maravilloso y liberador hablar de estas historias. Yo tuve un primer matrimonio antes de formar a mi familia, y realmente creo que el saber que todo está bien porque a Dios no se le ha “escapado” nada (incluso lo que tú crees que no está nada bien), es algo que sana. No hay familias de fotografía. Hay seres humanos, “testimonios en proceso”, que forman y construyen lazos de amor cada día, en el amor de Dios.

Comments are closed.